Raymundo Fajardo |
En la primera transmisión del programa radiofónico Dueños de la Mentira, que se emite todos los miércoles de 24 a 1 hs por radio Fénix (FM 100.3; www.fmfenix.com.ar), Raymundo Fajardo, el virtuoso baterista que en los '90 apareció con el sonido descontracturado de El Otro Yo, inauguró el ciclo con una amistosa conversación telefónica. Bajo una nueva percepción del rock argentino, actualmente demuestra toda su experiencia obtenida en Jauría, el nuevo proyecto que comparte con el ex Ataque 77, Ciro Pertussi, y el ex Cabezones y Catupecu Machu, "Pichu" Serniotti.
En Facebook, Jauría tiene 11 mil seguidores…
Estamos muy contentos porque la suerte, el destino, la ley de atracción, Dios, como cada uno lo llame, nos hizo tomar las decisiones correctas para volver a tener una banda en la cual estamos dejando el corazón y nuestros sentimientos. Estamos depositando muchas ilusiones y ganas de vivir cosas nuevas y eso se dio a partir de procesos que tanto Ciro, como "Pichu" y yo vivimos, primero más en la intimidad. Una especie de renovación, como el ave Fénix, de resurgir de las cenizas y reinventarse.
Estamos disfrutando de estas primeras veces de tocar con Jauría, de hacer un video... Hace poquito vinimos de Tucumán y estamos disfrutándolo. La gente por suerte apoya el proyecto, eso es un fenómeno y es para nosotros una situación artística que nunca nos hubiéramos imaginado; a través de las redes sociales o foros de nuestras bandas anteriores nos apoyan como antes. Sin escuchar las canciones nuevas, un poco conociendo quienes éramos los que íbamos a participar del proyecto, nos apoyaron. Fue como un quinto elemento, un empujón muy importante que también fue una exigencia extra: responder con lo mejor que teníamos ante ese apoyo y cariño de la gente.
También responden a nivel sonido. La madurez y calidad a nivel sónico llamó la atención.
Venimos trabajando mucho. Si bien somos una banda nueva -tenemos tres shows en vivo- hace más de un año y medio que venimos gestando y trabajando mucho en lo que es el material y concepto artístico y las composiciones. Trabajando un poco de ese fundamento en el cual se gestó Jauría, que es "el instinto manda". Sería responder y volver a priorizar las situaciones artísticas, porque somos músicos y las canciones van dirigiendo el camino o nos van dando las señales de lo que tiene que ir pasando. Hay que respetar eso, estamos muy contentos porque se fueron dando las señales pertinentes y ya se fueron gestando los proyectos y situaciones para poder ir dándole forma a todo lo que está pasando. Vamos de a poco, más allá de nuestra experiencia y todo lo que vivimos cada uno, esta es una banda nueva y necesitamos mucho el apoyo de la gente, como tiempo para madurar y desarrollarnos arriba del escenario, trabajando mucho para dar lo mejor a nivel interpretativo cada uno como instrumentista de la banda, porque también creemos que, más allá de la canción, queremos tocar para un público que le guste y disfrute de músicos.
Ese es otro desafío que tiene Jauría a nivel musical, más allá que logramos darle una personalidad musical con muy lindas canciones y letras, es poder enfrentarnos como músicos y exigirnos al máximo para que el público más acorde a nuestra edad pueda ir a ver un espectáculo de música, donde más allá de las canciones, vea a músicos tocando y dándoles duro, y generando una propuesta interesante y entretenida, rica musicalmente.
Respecto al disco de Jauría, en comparación con EOY o incluso los trabajos de Ciro con Ataque 77, sonó como un disco en el cual se nota la madurez de ustedes en el plano artístico y de la vida. Se nota por las letras que son hombres
de familia. Sorprendió que no te destacaras tanto en este CD como en otro, te acoplás más a la canción…
Todo lo que decís es correcto y es resultado de trabajar mucho para poder conseguirlo. En un punto, es el primer disco donde hay tres composiciones mías enteras en música y letra, cosa que no había pasado en ninguno de los discos de EOY, más que en Esencia, y cooperar o componer música sin letra. Por ahí estaba más preocupado de la producción. Yo era coproductor de las canciones con estructuras que componía yo. En este disco de Jauría pasó eso, le propuse canciones a Ciro que yo había hecho hace mucho tiempo y dijo que había tres que le gustaban mucho, como para ir al disco. En cierta manera se pudo encontrar un canal de expresión a ciertas situaciones musicales y, por fin, lograr alguna afinidad o una misma frecuencia que es compartida grupalmente.
Llegaron a alguna simbiosis de alguna manera...
Exactamente, esa sería la palabra. Después, a lo que tiene que ver con la batería, creo que me pasa un poco, también, que estoy en la búsqueda de la ecuación de que menos es más. Pero trabajar escuchando un poco más y saber que ya somos serios.
También me dedico a la producción artística, y saber que siempre en un disco, que son doce o quince temas, hay un momento para brillar para todos -el guitarrista, las voces, la batería y el bajista- entonces, por ahí, la exigencia de estar en todas las canciones, donde todo el tiempo hay que demostrar todo lo que uno puede dar, primero que no llega la canción, justamente donde en Jauría hay tanto para decir. Hay mucha letra y mucho contenido, entonces lo mejor, en ese punto, es respetarnos musicalmente y dejar el espacio necesario para que se pueda comunicar y pueda llegar ese mensaje. En vivo cobran una dimensión distinta y hoy nos podemos dar el lujo de improvisar cortes ahí en el momento.
El batero inspirador de un gran número de jóvenes de una generación irrepetible, se despidió en vísperas del Día de la Memoria. "Mañanana es feriado, pero igual doy clases -avisa-. El rock no tiene feriados”.